lunes, 7 de julio de 2014

Tigres bajo la lluvia...







Los giros del tiempo construyen complejos laberintos de nuestra existencia; de nuestros pensamientos y deseos. Nada permanece estable y en la medida que se desgranan los días vamos armando una maltrecha estructura que sólo nosotros podemos leer y mirar.

Las huellas de lo que fue, se diluyen, se aplanan, se funden con lo imaginario. No sabemos si la lluvia efectivamente cayó una tarde de agosto junto al mar, o si esas tazas de café entre cómplices manos amarradas se bebieron todas, hasta la última gota de azúcar concentrada... la verdad no lo sé, porque la vida ahora se me figura en millones de lágrimas imprecisas, atrapadas en un pañuelo. ¿Dónde irán esas horas de desvelo envuelto en sábanas?

Sólo creo que soy capaz de verte en miles de ojos de cristal, en una conspiración personal oculta y secreta, que apartó hasta de mí su significado,  y que ahora en un raro rito mortuorio, dejo ir con las olas de tu tiempo y el mío...














Fotografía: La Serena - Flor desenfocada 2014 © Cristian Muñoz Catalán

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