martes, 25 de septiembre de 2007

L a b e l l e z a d e l a s c o s a s. . .





Un destacado fotógrafo (Tino Soriano) me dijo una vez que las mejores fotos son aquellas que hacemos cuando no llevamos cámara... Al decirme esto, lo primero que se me vino a la cabeza fue el recuerdo de una tarde de verano en Rancagua. Mientras caminábamos con un amigo, vimos de pronto sobre el pavimento, un cardenal rojo encendido casi por milagro por el último rayo de sol que que regalaba el día. Me cuesta explicar las emociones que me generó pero ha sido uno de los momentos más simples y más intensos que he vivido. Sin duda lamenté no llevar mi equipo.


Pero afortunadamente "los milagros" no han sido tan evasivos en esta vida de luz y de sombra, mis temas son en sí muy sencillos y discretos, rara vez tengo una "idea genial" preconcebida porque creo que sólo me mueve la inquietud que la propia luz sobre los objetos me genera, y sin mayores pretensiones busco sellar en cada disparo, algo que para mí sea realmente intenso y que reconozco inmediatamente fracciones de segundos antes de apretar el obturador. "¡¡Lo tengo!!", suelo decirme a mí mismo con una profunda inspiración en mis pulmones.

Este cuadro es parte del registro de un taller de iniciación a la danza (Academia Sylvia Aguirre), compuesto por niñas de apenas 4 a 5 años de edad.

En medio de los ejercicios, una de las pupilas aprovechó para descansar unos breves segundos antes de continuar con sus actividades. Yo estaba cerca haciendo fotografías del grupo y del taller mismo cuando me desplacé muy concentrado con mi cámara y la veo inmediatamente a mis pies. ¿Qué más puedo comentar si la protagonista de esta imagen pareciera decirnos todo?. Lo único, agregar que -como decía Cartier-Bresson- cuando se logran momentos como este "se experimenta la mayor alegría física y espiritual".


"Si tus fotos no son lo suficientemente buenas,
es porque no estás lo suficientemente cerca"
(Robert Capa)




Foto: "Danza - Niña descansando" ©nigromancia 2006

sábado, 15 de septiembre de 2007

El movimiento cautivo...


Me cuesta subir fotos con sus protagonistas mirando de frente, es extraño pero siendo la fotografía y especialmente el fotoperiodismo un trabajo invasivo, aún me es difícil mostrar al mundo el rostro de quienes retrato, es un poco de pudor relicto que me hace sentir como un "ladrón de almas" siempre que capturo la mirada de alguien, de un ser humano. Sólo me consuela la idea del profundo respeto que siento por cada uno de los temas que abordo y por cada uno de sus protagonistas. Es difícil contar una historia sin ver los ojos de quien la vive, pero trataré de ir compartiendo con mis eventuales receptores estos frágiles momentos que quedaron detenidos en una fracción de segundo.

La imagen de hoy es parte de un trabajo que estoy haciendo desde el año pasado con una academia de danza (Sylvia Aguirre) en La Serena, la ciudad donde vivo. Este es el momento de un ensayo de ballet clásico. A una de las niñas durante el ejercicio se le soltó el pelo y ella apresuradamente, mientras se alista para el siguiente paso, se lo amarra, todo tan rápido que apenas pude detener el instante con mi cámara. A pesar de lo anónimo que puede parecer, me gusta la textura de sus músculos en la espalda, y sobre todo la tensión que me generó y que siento magnificada con el horizonte torcido, y las líneas del piso, de las barras y de los vértices de la habitación que orientan la mirada hacia las manos de su protagonista.

"Es a través de la economía de medios que uno llega a la simplicidad de la expresión"
( Henri Cartier - Bresson)
foto: "Danza - Pelo anudado" ©nigromancia 2007

domingo, 9 de septiembre de 2007

Palabras al vuelo...




D e s p e d i d a


Me despido de mi mano
que pudo mostrarme el paso del rayo
o la quietud de la piedras
bajo las nieves de antaño

Para que vuelvan a ser bosques y arenas
me despido del papel blanco y de la tinta azul
de donde surgían los ríos perezosos,
cerdos en las calles, molinos vacíos.

Me despido de los amigos
en quienes más he confiado:
los conejos y las polillas,
las nubes harapientas del verano,
mi sombra que solía hablarme en voz baja.

Me despido de las Virtudes y de las Gracias del planeta:
los fracasados, las cajas de música,
los murciélagos que al atardecer se deshojan
de los bosques de casas de madera.

Me despido de los amigos silenciosos
a los que sólo les importa saber
dónde se puede beber algo de vino,
y para los cuales todos
los días no son sino un pretexto
para entonar canciones pasadas de moda.

Me despido de una muchacha
que sin preguntarme si la amaba o no la amaba
caminó conmigo y se acostó conmigo
cualquiera tarde de esas que se llenan
de humaredas de hojas quemándose en las acequias.

Me despido de una muchacha
cuyo rostro suelo ver en sueños
iluminado por la triste mirada
de trenes que parten bajo la lluvia.

(Jorge Teillier)



Foto: "¿Quién los detiene?" ©nigromancia 2006

sábado, 1 de septiembre de 2007

"Pájaros de Arcilla"




Aún cuando los años, los días y las horas son sólo una estadística del tiempo, en estas fechas me vuelvo algo más nostálgico de lo que suelo ser. Quizás por inevitables y secretos balances o porque no quiero sentir el tiempo devorándolo todo inexorablemente.

Esta hermosa escena la capté una tarde de domingo, un día que fuí a almorzar con amigos a Guanaqueros, una pequeña caleta de pescadores ubicada al sur de Coquimbo.

Era un día como cualquier otro, llevaba mi cámara sólo para tomar instantáneas del paseo sin ninguna pretensión. De pronto, como siempre suele suceder, me encuentro de golpe con esta escena: dos hermanos, el más grande sosteniendo al más pequeñito en sus brazos mientras le cuenta los secretos de la bahía. Rápidamente hice una serie de disparos pero fue este, el primero de todos ellos el que más me gustó.

Creo que fotos como esta hablan más de mi mismo que de los personajes retratados. Quizás el hecho de ser el menor de cinco hermanos -y por ende muy querido por ellos- que al mirar a estos niños vi la imagen más nítida que tengo de mi infancia.



"Fotografiar es poner en la misma línea de mira,
el ojo, la mente y el corazón. Es una manera de vivir."
(Henri Cartier-Bresson)




"La vestimenta ósea de la calle
se llenará de pájaros de arcilla,
¿quién corre y hacia dónde esta mañana?
¿quién cambiará el brocal del cielo inmenso?

Metálicas palabras
versos muertos
levantan los andamios
limpian cauces
¿quién corre y hacia dónde
esta mañana?
¿quién cambiará el brocal
del cielo inmenso?

Y allá en las altas copas
florecidas
vuelvo a escuchar tu canto
hermano mío"
(Congreso - Pájaros de Arcilla)




Foto: "Guanaqueros - Hermanos" ©nigromancia 2006