martes, 21 de diciembre de 2010

"El placer de vivir sin objeto"


Lo interesante de andar por la vida con una cámara, es la posibilidad de ir disparando guiado más por instinto que por cualquier otra cosa.

No digo con esto que se deba fotografiar por el sólo acto de apretar el botón como un autómata, se trata de dejarse llevar por la marea de objetos y sujetos que van y vienen en nuestro camino y que uno les da significado, de acuerdo a los significados ya instalados en uno mismo...

"La vida en sí no es la realidad.

Somos nosotros quienes ponemos vida en piedras y guijarros"

(Frederick Sommer)


Foto: Valparaíso - Gatos Por la Tarde © Nigromancia 2009


viernes, 10 de diciembre de 2010

Gaviotas contra un cielo azul...



"Petite sœur de mes nuits, ça m'a manqué tout ça"


Por más que uno intenta retener la vida, esta se escapa y sigue su curso como hacen los ríos cuando enfrentan a las rocas. Por más que busque retener el tiempo en imágenes sólo consigo ver el fugaz reflejo de un segundo que haga lo que haga no volverá a repetirse.

A veces en las fotografías logro sentir un sucedáneo de la realidad que puede compensar la desaparición del referente, y cuando eso sucede agradezco el tener siempre conmigo una cámara para guardar recuerdos. Pero hay ocasiones que esta acción no es suficiente y por mucho que aprecio el valor de una imagen, siento la absurda necesidad vivir de nuevo exactamente el mismo momento.

Cuando eso sucede miro entonces más allá del álbum de fotos, de mi pantalla y de lo que mis ojos pueden captar, y busco en mi interior esas escenas que vuelven a la vida el tiempo disuelto, y ese ejercicio a ojos cerrados me permite abrirlos nuevamente y contemplar en silencio la fotografía que construye el propio reflejo de nuestras almas.


"Muchos fotógrafos piensan que si compran una cámara mejor serán capaces de hacer mejores fotos.
Una cámara mejor no hará nada por ti si no hay nada en tu cabeza o en tu corazón"
(Arnold Newman)


Foto: La Serena - Gaviotas contra un cielo azul © Nigromancia 2006

viernes, 19 de noviembre de 2010

Náufragos



La idea de un naufragio depositado en la orilla de un mar siempre me ha cautivado. Quizás sea esa sensación de sentirse por un momento a la deriva de todo, como en el eterno ir y venir de un objeto extraviado en la arena - a la espera de un hallazgo- lo que más me gusta.

Por algún motivo, cada vez que camino por la playa voy escudriñando detenidamente la arena, mirando las huellas que quedaron impresas e imaginar quienes las hicieron. También me gusta recoger objetos "naufragos" de diversa naturaleza y comunes son las conchas, las botellas de vidrio antiguas, las chapas, bollas, trozos de redes de pescadores, flotadores, y un sin fin de otros artilugios que a pesar de estar ya desprovistos de su brillo original cargan en sí el viaje hacia un destino que se diluye, que se esfuma en un horizonte pero reteniendo en su ser todo el misterio de una vida...

Esta fotografía la hice un 1º de noviembre de 1999, en las arenas de la playa de Guanaqueros al sur de Coquimbo (Chile). Fue en un amanecer de una larga noche de trasnoche, en medio de la somnolencia con mi vieja cámara en las manos salí a recorrer el lugar y comencé esta serie inconclusa de objetos errantes, que tiene por nombre "Náufragos", estos pedazos de mundo esparcidos a la orilla de los mares...

"Para mi, la fotografía es el reconocimiento simultáneo, en una fracción de segundo, de la importancia de un acontecimiento así como una precisa organización de las formas que da a ese acontecimiento su expresión apropiada"
(Henri Cartier Bresson)


Náufragos 1/10 Guanaqueros 1999 © nigromancia

miércoles, 7 de julio de 2010

Sombras en el tiempo...



Lo que ven nuestros ojos y lo que registran nuestras cámaras es sólo el reflejo de la luz sobre las cosas. Esta ausencia y presencia de luz le confiere a la fotografía un enorme poder para objetivar la realidad huidiza, ya que es el propio reflejo de lo retratado, lo que finalmente dibuja su imagen, reteniendo en un pequeño rectángulo toda la intensidad de una fracción de segundo, de una vida y un momento que no volverán a repetirse.

Este juego de luces y sombras es interpretado por nuestros sentidos, nuestra percepción visual, como una unidad, una estructura reconocible que nos referencia al mundo externo, un espacio compuesto por infinitas vivencias, sensaciones, recuerdos, rostros, objetos, rituales, familia, y todo lo que puede caer en una sola vida, vida que cada instante se diluye en algo que solemos llamar "tiempo".

Es quizás aquí donde radica la principal magia de la fotografía, en la capacidad de traernos un mundo que ya no existe, un tiempo extinto donde el referente mismo puede haber desaparecido y que a través de una imagen nos comunique con emociones y pasiones evaporadas en nuestros recuerdos, como el arte de la nigromancia que nos trae a los ojos y el corazón el ser de lo que ya no es...



"La memoria no guarda películas, guarda fotografías"
(Milan Kundera)

Fotografía: Lima - Sombras contra el piso © nigromancia 2010