sábado, 12 de diciembre de 2009

Tiempo Detenido





La fotografía no sólo documenta, registra o embellece. La fotografía también tiene la capacidad de transformase en el fragmento de un discurso ideológico, en una mirada crítica y también editorial, de ahí que la objetividad aparente que nos daba la cámara se transforma en una paradójica relación como lo sostiene Barthes, de un lenguaje sin código pero denotativo y connotativo a la vez.

Esta imagen la tomé una tarde en Diaguitas el 1º de julio del 2007, en un improvisado viaje al Valle del Elqui junto a unos amigos. Como en casi todas las historias que cuento a través de esta ventana, la imagen llegó de pronto en el detalle de un viejo muro de adobe que exhibía este afiche relicto de la anterior campaña presidencial. Ya llevábamos un año y algo del gobierno de Michelle Bachelet, con muchos problemas por el transantiago, casos de corrupción y algunos escándalos políticos.

Miramos el afiche por unos instantes y fue inevitable ver en él una suerte de metáfora del momento que la presidenta estaba pasando, una imagen de promesas arañadas y desgarradas, con frases tan desafortunadas y sexistas como "a este gobierno le faltan pantalones" (Carlos Larraín).

Subo esta fotografía en el ocaso del primer gobierno dirigido por una mujer en nuestra historia, con una mirada desapasionada y basado en las últimas encuestas, puedo creer que de una u otra forma habrán muchos extrañando su carisma, su calidez humana y su mirada femenina. Vamos a ver si quienes mañana lleven el timón de nuestro país tendrán la altura suficiente para sujetar bien sus pantalones. Por mi parte me quedo con esta escena en la retina guardando absoluto silencio.



"Una fotografía no se toma, se hace"
(Ansel Adams)


foto: Diaguitas - Afiche destruido © nigromancia 2007

jueves, 26 de noviembre de 2009

La Noche en la Isla




LA NOCHE EN LA ISLA


Toda la noche he dormido contigo
junto al mar, en la isla.
Salvaje y dulce eras entre el placer y el sueño,
entre el fuego y el agua.

Tal vez muy tarde
nuestros sueños se unieron
en lo alto o en el fondo,
arriba como ramas que un mismo viento mueve,
abajo como rojas raíces que se tocan.

Tal vez tu sueño
se separó del mío
y por el mar oscuro
me buscaba como antes,
cuando aún no existías,
cuando sin divisarse navegué por tu lado,
y tus ojos buscaban lo que ahora
-pan, vino, amor y cólera-
te doy a manos llenas
porque tú eres la copa
que esperaba los dones de mi vida.

He dormido contigo
toda la noche mientras
la oscura tierra gira
con vivos y con muertos,
y al despertar de pronto
en medio de la sombra
mi brazo rodeaba tu cintura.
Ni la noche, ni el sueño
pudieron separarnos.

He dormido contigo
y al despertar tu boca
salida de tu sueño
me dio el sabor de tierra,
de agua marina, de algas,
del fondo de tu vida,
y recibí tu beso
mojado por la aurora
como si me llegara
del mar que nos rodea.


(Versos del capitán / Pablo Neruda)


foto: Isla Negra - Campanas © Nigromancia 2008

viernes, 11 de septiembre de 2009

A la orilla de un lago




Robar imágenes es inevitable, lo único que me ayuda a expiar en parte esa culpa, es el hecho de querer dignificar siempre a los protagonistas de mis fotos con los relatos y los espacios que utilizo para ubicar las fotografías, pero subyace de todas formas esa sensación de sentir que uno roba un trozo de tiempo vivido al otro que se cruza delante de mi objetivo.

Pero esa sensación lejos de ser una carga, a mí me motiva a ser responsable plenamente de lo que hago con mi trabajo, la manera que lo muestro y las historias que cuento. Porque una sola foto no cuenta una historia, pero sí nos puede sintetizar el mejor momento de esa historia.

Isla llepo, otra vez. A la orilla del lago Budi. Acababa de llegar con mi mochila, mi cámara y mi trípode. Era la hora después de almuerzo, cuando el sol comienza a inclinarse resaltando la textura de las cosas que se ve magnificada en el agua con vegetación lacustre. El niño miraba el agua desde el bote. Yo lo miraba a él desde lejos con un 300 mm, pero antes del disparo "el ladrón" quedó al descubierto y en esa ligera mirada volví a replantearme: ¿para qué hago este trabajo?.



“La cámara es mi herramienta . A través de ella doy una razón a todo lo que me rodea"
(André Kertész)


foto: Lago Budi - Niño en un bote junto a su padre © nigromancia 2008

martes, 1 de septiembre de 2009

Una tarde cualquiera...




No siempre tengo un motivo claro para tomar una foto, muchas veces uno busca algo sin saber qué es, muchas veces uno dispara sin ninguna pretensión. Con el mismo ánimo que se hacen las cosas que uno sabe que se deben hacer, pero que en definitiva no supone más que un rito diario, un acto sin fe.

También hay ocasiones en las que uno se deja atrapar por un pequeño detalle de una escena que es difícil de explicar, en este caso, una tarde en un viejo bar de Santiago, buscando nada más que un lugar tranquilo para conversar y tomar una cerveza.

Me quedé pegado con la combinación de los colores fríos de las sillas con unas escasas notas de rojo en la ventana y en la etiqueta de la botella, sumado a la pareja que parece estar más lejos que los edificios del frente y a la pintura resquebrajada sobre el marco de la misma ventana...


"La fotografía es un sistema de selección visual. En el fondo, todo consiste en enmarcar una porción del cono de visión de uno mientras se está en el lugar apropiado y en el momento apropiado. Como el ajedrez, o la escritura, consiste en elegir entre varias posibilidades determinadas, pero en el caso de la fotografía el número de posibilidades no es finito sino infinito."

(John Szarkowsk)


foto: Santiago - Pareja en la ventana de un bar © nigromancia 2006

miércoles, 26 de agosto de 2009

Alteridades Caninas...




Alteridad es un concepto tomado de la antropología que en palabras muy simples quiere decir algo así como "ser en el otro". No sé si exista algo similar cuando se habla de animales pero en términos expresivos y sólo expresivos creo que muchas veces "me he visto en el otro" o he visto una existencia alterna a la mía en los ojos de los perros callejeros.

Hace casi 15 años, durante una excursión fotográfica que hicimos con algunos compañeros al muelle de Coquimbo, encontramos una pequeña caja de cartón con una esquelética perrita junto a un simil de esqueléticos cachorros. Yo tomé esta foto de un sólo disparo con mi vieja cámara análoga que en ese momento tenía un problema de difracción que afectaba la nitidez en el centro de la imagen, luego lo traté de corregir en el laboratorio precario de la universidad.

Lo que más me llegó de esta foto fue ver que en esa pequeña y sucia caja no sólo estaban amamantándose sus perros sino también dos pequeños y maltraídos gatos que apenas se distinguen en la imagen. Me los imaginé como a una pobre familia que adopta a otros para compartir lo poco y nada que tienen para comer, en esos actos generosos y nobles que escapan de toda lógica...


"Si pudiera contarlo con palabras, no me sería necesario contar con una cámara"
Lewis Hine


fotografía: "Coquimbo - Perros y gatos en una caja de zapatos" © nigromancia 1995


jueves, 30 de julio de 2009

B O L E R O S E N E L P U E R T O


"Para convertirse en un buen fotoperiodista
es necesario ante todo amar a los seres humanos."
(Gisèle Freund)

En mis tiempos de estudiante de periodismo, durante los domingos de feria, -a la que llegaba tarde por el pesado sueño que viene luego de una noche de sábado- conocí por primera vez a estos dos cantantes callejeros que forman parte inolvidable del paisaje urbano de La Serena y Coquimbo.

Ante todo me interesó mucho la textura de sus voces gastadas pero no marchitas, también sus viejas y deterioradas guitarras teñidas de noche y tabaco.

Como dos distinguidos caballeros algo cansados por el giro de sus días, impecablemente vestidos y con lustroso peinado, era algo extraño escucharlos y verlos justo al medio día, con el sol abrazando sus hombros, ya lejos de los escenarios bohemios que sus pies han recorrido.

Con el tiempo me fui de esta ciudad y con más tiempo aún, volví a vivir en ella. Y motivado por el sentimiento de recuperar visiones fugaces de una vida diluída, comencé a buscar en estas calles y rincones referentes que me devolvieran en parte algo que nunca volverá. Así fue como me encontré un día de almuerzo en el muelle de Coquimbo con sus voces otra vez y con el mismo repertorio de canciones meláncólicas alimentando almas de "bohemios ya sin fé".


"La fascinación infinita que siento por la gente que fotografío se debe, en lo que a mi concierne, a lo que yo llamo 'su fuerza interior'. Ella participa en ese secreto difícilmente explicable que cada uno lleva en sí mismo. Tratar de captarlo en la película es y será mi objetivo supremo"
(Yosuf karsh)


Fotografía: Coquimbo - Boleros en el puerto © nigromancia 2007

martes, 7 de julio de 2009

F o t o g r a f í a H e r m é t i c a


Algún tiempo para morir
será lo único que pediré
después de la cena.

...Ni siquiera tomaré el té
con galletitas
o fumaré
el cigarrillo a medias
que un arrepentido
ocultó en el cenicero.

Sólo un poco de tiempo
para morir...
contemplando la luz
al final de la calle
y el brillo
de los espejos opacos
que la lluvia
compuso
bajo mis pies


fotografía: Gaviotas volando cerca de tu ventana © nigromancia 2007

viernes, 10 de abril de 2009

S e q u í a


"El acto más difícil es aquel que consideramos más simple: percibir con una mirada despierta las cosas que se presentan ante nuestra vista."
(Goethe)

Me sorprende la capacidad de las personas de poder resistir lo adverso como una titánica lucha contra lo imposible. Esta fotografía la realicé como parte de un registro fotográfico en el valle del Choapa, en la Región de Coquimbo. El lugar es camino a Mincha Sur y fue una tarde de octubre mientras íbamos en una camioneta haciendo fotos para construir narrativas de un modo de vida y de la lucha contra la falta de agua.

Nos detuvimos un momento y vi en la quebrada un señor de unos 80 años caminando a pleno sol apoyado con su bastón. Tomé una de mis cámaras y con el 300 mm hice una serie de 5 cuadros, pero de pronto miré al frente y vi una escena increible: un solitario agricultor arando los faldeos de un empinado cerro cuya aguda pendiente parecía erguirse como un gigante despierto.

No sé que me impresionó más, si el calor de ese día, la pendiente del cerro, la sequedad de la tierra o que el arado fuese tirado por dos pequeños burros... Lo que sí es cierto, que nada me ha hecho tan patente la digna lucha del ser humano contra los elementos.


"Siempre hay dos personas en cada foto: el fotógrafo y el espectador."
(Ansel Adams)



foto: Arado tirado por burros - Camino a Mincha Sur © nigromancia 2008